Viviendas supervisadas

¿Qué son las Viviendas Supervisadas?

Centro social tipo vivienda normalizada para personas con enfermedad mental, mayores de 18 años, que tienen dificultades para cubrir de modo independiente sus necesidades de alojamiento y soporte social, y que cuenta con una supervisión ajustada a las necesidades de los residentes. Esta supervisión puede ser de dos tipos:

  • Supervisión diurna :presencia y apoyo de profesionales durante una media de 8 horas al día.
  • Supervisión nocturna :además de presencia y apoyo profesional diurno, la vivienda también ofrece apoyo en horario nocturno.

Las viviendas supervisadas dependen funcionalmente de los Centros de Rehabilitación Psicosocial y Laboral y/o de las Residencias Comunitarias con el fin de asegurar la continuidad y complementariedad en el desarrollo de la atención residencial como parte del Plan Individualizado de Tratamiento y Rehabilitación (PITR).

¿Qué prestaciones ofrecen?

Dentro de la organización planteada para llevar a cabo la atención prestada en la vivienda supervisada se pueden distinguir dos tipos de servicios.

A) Servicios Básicos

  • En las viviendas supervisadas, se ofrecerá la cobertura de las necesidades básicas de alojamiento, manutención y cuidados, por lo que para su adecuado desarrollo se deberá de organizar y asegurar.
  • El alojamiento, asegurando la adecuada protección, limpieza, higiene y respeto a la intimidad; promoviendo y permitiendo que el usuario decore su habitación de acuerdo a sus gustos y preferencias.
  • La ropa de cama y aseo.
  • En el caso de que la persona no cuente con recursos económicos suficientes, la entidad facilitará la provisión de un paquete básico para la higiene personal.
  • La manutención diaria, asegurando cuatro comidas (desayuno, comida, merienda y cena). Los menús serán variados y garantizarán el aporte calórico y dietético adecuado. Deberán prepararse otros menús de régimen para los usuarios que lo precisen.

B) Servicios de Apoyo a la Rehabilitación e Integración social

Se ofrecerá el cuidado y apoyo personal que cada persona necesite para las actividades de la vida diaria y para la mejora de su funcionamiento y adaptación a la convivencia y la vida en la vivienda, ofreciendo actividades de apoyo a la rehabilitación psicosocial en función de las necesidades individuales del residente. Las principales áreas de intervención son:

  • Autocuidados
  • Actividades de la vida diaria
  • Psicoeducación y educación para la salud
  • Relaciones sociales
  • Ocio y tiempo libre
  • Integración comunitaria
  • Coordinación con otros dispositivos de la red socio-sanitaria (USM, CRPSL, Servicios Sociales, etc.)

¿Cuál es el equipo de profesionales?

Las viviendas supervisadas cuentan con un equipo formado por monitores residenciales (en número variable en función del número de plazas y del grado de supervisión de cada recurso) y con la supervisión técnica de los profesionales del Centro de Rehabilitación Psicosocial y Laboral (CRPSL) y/o la Residencia Comunitaria de referencia.